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Como se comenta en el texto de Laura Borrás
“De la estética de la recepción a la estética de la interactividad” comenzar a leer en Internet, es una enseñanza nueva de lectura, siendo
el contenido
en la red
el hipertexto; por lo que, como ella misma dice, acostumbrados occidentalmente por 500 años de lectura generalmente lineal de cambia al sentarnos frente al ordenador.
En la última sesión, hablamos que la narración hipertextual no es algo nuevo, Julio Verne ya la utiliza en 1899 en el testamento de un excéntrico, y creo que no es una lectura a la que al no estar acostumbrada gente adulta, no es del todo agradable. Conversando con 3 adultos a los que les presté el libro de Italo Calvino, los 3 dejaron la lectura, no les gustó y les pareció complicada. Son mismas personas que no manejan Internet, y no utilizaron nunca videojuegos, y al parecer decidieron que es tarde para comenzar a “descodificar” este tipo de narraciones.
¿Es para todos la narrativa hipertextual? No digo que sí o que no, y tampoc o quiero generar un conocimiento general a partir del disgusto de tres personas de una novela que intenta serlo. Es solo para discutir
3 comentarios:
Está claro que ciertas dinámicas sociales adquiridas condicionan la recepción del hipertexto, pero no creo que mucho más que cualquier otra cosa. No creo que sea una cuestión de hábito de uso de la tecnología, sino sencillamente de educación cultural. El hipertexto, como toda forma artística de vanguardia, necesita una sensibilidad y un interés que las propuestas más clásicas, a las que, por el hecho de serlo, el gran público está más habituado. No creo que el hipertexto tenga más dificultades de las que en su día tuvo la música atonal, el free jazz, la pintura abstracta o el cine surrealista. Quizá el filtro digital por el que suele pasar el hipertexto cree una dificultad añadida, pero en ningún caso definitoria.
El auge de la hipertextualidad viene delimitada en mi criterio por dos rasgos fundamentales. La primera es la creación de soportes que faciliten la interactuación (véase texto en formato electrónico)y la segunda es la de la proliferación de usuarios de escritura (que no literatura)con ganas de comunicarse y ganas de participar. Quíen no quiso alguna vez cambiar partes de libros, cuentos, historias...? Quién no quiso alguna vez que pillaran al cazador de la madre de Bambi y lo apedrearan hasta que quedara tonto?
Evidentemente, utilizar Internet nos permite entrar en lo que es el hipertexto. Se podría decir que Internet (medio) es el hipertexto (mensaje), cogiendo una de los dichos de Mcluhan (hablo de memoria). Pero creo que se decodifica perfectamente cualquiera navegación por la red. No es lineal. Saltas de una página a otra, sin que tenga que ver el contenido de una con la otra. Y sin embargo, para nosotros tiene sentido. Elegimos hacia donde queremos ir, e incluso podemos opinar, como es el caso de este blog. Lo dicho, Internet es el hipertexto, y tiene sentido. Diferente son otros medios como el libro, el periódico.... No se podría hacer lo que hacemos en Internet. La inmediatez es fundamental en este sentido, porque incluso si volvemos media hora más tarde a una página web, esta ya habrá cambiado. Aí está lo fascinante de este mundo hipertextual. Nunca es igual y depende de nuestra decisión a la hora de viajar por el mundo virtual.
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